miércoles, 30 de junio de 2010

COMO REDUCIR EL RIESGO DE UNA INVERSION


Toda inversión implica un riesgo, algunas en mayor o menor medidas que otras, pero todas con seguridad presentan el riesgo de que el inversionista obtenga malos resultados, lo que incluye la posibilidad de que pierda parte o el total de su dinero.


El objetivo de un inversionista debe ser buscar aquellas inversiones en donde el riesgo sea el mínimo; aunque, por lo general, cuando una inversión presenta un mínimo riesgo, la rentabilidad que ofrece también es mínima, y, por el contrario, mientras mayor riesgo presenta, mayor es la rentabilidad que ofrece.


Sin embargo, aún cuando una inversión ofrezca una alta rentabilidad, podemos siempre procurar reducir al mínimo el riesgo de ésta; veamos algunas formas de cómo lograr ello:


Capacitarse bien
Una forma de minimizar el riesgo al momento de invertir consiste en capacitarse bien.


No debemos asumir que invertir es una tarea sencilla o que basta con encargar dicha tarea a otras personas, sino que si realmente queremos reducir el riesgo de perder nuestro dinero, es necesario que nos capacitemos bien en el tema de las inversiones.


Lo cual implica familiarizarnos con algunos temas relacionados, tales como rentabilidad, diversificación, tendencias de mercado, etc.; y con algunos de los instrumentos o vehículos de inversión existentes, tales como negocios, acciones, bienes raíces, etc.


Recopilar información sobre una inversión
Otra forma de reducir el riesgo al momento de invertir, consiste en recopilar toda la información disponible sobre el activo, instrumento o vehículo de inversión sobre el cual planeamos invertir.
Lo cual implica recoger información sobre sus características, rentabilidad ofrecida (por ejemplo, su tasa de interés en caso de poseer), las características de su mercado, las proyecciones de su mercado, la situación del dueño del activo (en caso de haber uno), etc.


Mientras más información recopilemos sobre una determinada inversión, mejor será el análisis que podremos realizar de ésta.


Analizar bien una inversión
Una vez que hayamos recopilado toda la información disponible sobre una posible inversión, debemos realizar un buen análisis de ésta, con el fin de determinar con la mayor exactitud posible, su rentabilidad, su rendimiento, su periodo de recuperación del capital, su riesgo, etc.
Mientras más riguroso sea el análisis que le realicemos a una posible inversión, menor será el riesgo que asumiremos al momento de invertir en ella.

Conocer cómo funciona una inversión a través de la práctica
Además de recopilar información de una posible inversión, una forma de efectiva de conocer su funcionamiento, o de saber si podríamos llegar a tener éxito en ella, es a través de la práctica.


Por ejemplo, si planeamos invertir nuestro dinero en la Bolsa de Valores, pero no conocemos mucho sobre el tema, podríamos empezar practicando en simuladores de Bolsa que existen en Internet, en donde simulamos invertir en la Bolsa sin hacer uso de dinero real.


O, en el caso de que queramos montar algún negocio, pero no contamos con mucha experiencia sobre ello, podríamos antes procurar conseguir un empleo en algún negocio del mismo tipo que el que planeamos montar.


Buscar un mentor
Otra forma de invertir sin arriesgar demasiado nuestro dinero, es buscando un mentor, es decir, una persona que nos pueda asesorar, entrenar, enseñar o guiar en nuestras inversiones.


Pero para ello, debemos evitar aquellas personas que se dedican a asesorar sin haber tenido éxito en sus inversiones y, más bien, buscar mentores que hayan demostrado tener éxito, especialmente en el campo en el cual queremos incursionar.


Diversificar
Otra forma de disminuir el riesgo consiste en diversificar, es decir, distribuir nuestro dinero en diferentes inversiones, en vez de invertirlo todo en una sola.


Si concentramos todo nuestro dinero en una sola inversión, corremos el riesgo de que dicha inversión obtenga malos resultados, y que lleguemos a perder parte o el total de nuestro dinero.
En cambio, al diversificar y crear un portafolio de inversión, reducimos el riesgo de perder todo nuestro dinero, ya que para que ello suceda, varias de nuestras inversiones tendrían que obtener malos resultados al mismo tiempo.


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COMO SALIR DE DEUDAS


Si queremos mejorar nuestra situación financiera, una decisión importante que debemos tomar es la de salir de nuestras deudas.


Las deudas son un problema que aqueja a muchas personas hoy en día, ello debido, sobre todo, a que cada vez existen más empresas que otorgan créditos de consumo, y a que cada vez existen mayores facilidades para acceder a estos créditos.


Puede que algunas deudas sean necesarias tales como las deudas contraídas para adquirir una vivienda o una inversión; pero otros tipos deudas, tales como las deudas contraídas por préstamos personales no hacen más que impedirle a las personas crecer financieramente.


Si en estos momentos tienes un alto nivel de endeudamiento y quieres remediar tu situación, o simplemente quieres reducir tus deudas y liquidarlas lo más pronto posible, te presentamos a continuación un método conformado por 8 pasos que te permitirá salir de tus deudas:


1. Conocer tus deudas
El primer paso consiste en informarte bien sobre las deudas que tienes en estos momentos.
Para ello, debes elaborar una lista en donde señales quiénes son tus acreedores (a quiénes les debes), cuánto te falta pagarles (el saldo de las deudas), cuáles son los costos de cada deuda (las tasa de interés que te cobran), el pago mínimo que te exigen, y la fecha en que debes realizar los pagos.


Esta lista, en una primera instancia, te dará una idea del monto total que debes (la suma de todas tus deudas), te servirá para planificar el pago de tus deudas, y te servirá como motivación para salir de éstas y cumplir con lo planificado.


2. Dejar de adquirir más deudas
El siguiente paso consiste en dejar de seguir adquiriendo más deudas.

Si quieres salir del hoyo en que estás, debes dejar de seguir cavando; si quieres salir del problema de tus deudas, debes dejar de seguir adquiriéndolas.


Por tanto, debes dejar de usar las tarjetas de crédito, dejar de solicitar más préstamos o créditos personales o de consumo, y dejar de comprar al crédito.


Debes adquirir la costumbre de comprar al contado, y si no puedes comprar algo al contado, simplemente no debes comprarlo.


3. Buscar mayores ingresos de dinero
El siguiente paso consiste en buscar mayores ingresos de dinero que te ayuden a pagar tus deudas.


Para ello, podrías buscar un aumento de suelo, buscar un mejor empelo, aumentar las ventas de tu negocio, o buscar nuevas fuentes de ingresos, etc.


Podrías también buscar algún dinero adicional, por ejemplo, al realizar algún trabajo extra, o al vender algún activo que poseas.


Otra alternativa podría ser pedir un préstamo familiar, un préstamo a tu empresa, o un préstamo al banco en donde te cobren una tasa de interés menor a la tasa de interés que debes pagar por tus deudas, por ejemplo, un préstamo sobre el valor de tu propiedad.

4. Reducir gastos
Puede que buscar mayores ingresos de dinero te resulte una tarea complicada en el corto plazo, pero algo que es muy probable que sí puedas hacer es reducir tus gastos.


Para reducir tus gastos debes buscar siempre la manera de gastar menos, evitar gastos innecesarios, y consumir menos.


Por ejemplo, podrías procurar comprar algunos artículos usados en vez de nuevos, comer más seguido en casa, buscar siempre ofertas o descuentos, comparar bien precios antes de comprar algo, consumir menos electricidad y energía, etc.


Una forma de ayudar a reducir y controlar tus gastos es elaborando un presupuesto personal.


5. Negociar deudas


El siguiente paso consiste en negociar tus deudas con tus acreedores.


Para ello, debes comunicarte con tus acreedores, ser sincero con ellos, explicarles tu situación, y buscar algún acuerdo favorable que te permita reducir tu deuda u obtener mayores facilidades para pagarla.


Luego de negociar con ellos, es probable que te sorprendas de las facilidades que muchos de ellos te darán, ya sea una disminución de la tasa de interés, una disminución de los pagos mensuales (por ejemplo, al extender el plazo de la deuda), una eliminación de recargos, un congelamiento en los pagos, e, incluso una disminución de la deuda (por ejemplo, al pagar una parte al contado).


6. Consolidar deudas
Un paso opcional, en caso de que tengas varias deudas consiste en consolidarlas.
La consolidación de deudas cosiste en agrupar todas las deudas personales (saldos de tarjeta de crédito, préstamos personales, etc.) en una sola.


Al consolidar tu deuda, no sólo logras simplificar los pagos de tus deudas (ya que sólo tendrías que realizar un solo pago mensual), sino que te permite lograr disminuir las cuotas mensuales (ya que te permite extender el plazo de la deuda) y, sobre todo, disminuir tu deuda (ya que te permite una tasa de interés menor a las tasas de interés de tus demás deudas).


Para consolidar tus deudas, debes acercarte al banco y solicitar un préstamo de consolidación de deudas, a una empresa de tarjeta de créditos y solicitar que consoliden todas tus tarjetas de crédito en una sola, o a cualquier entidad financiera que ofrezca este servicio.


7. Determinar un monto para el pago de deudas


El siguiente paso consiste en determinar un monto de dinero con el cual puedas pagar tus deudas.


Este monto debe ser suficiente para cubrir el pago mínimo de tus deudas, pero también debe permitirte realizar pagos adicionales que te permitan cancelar tus deudas lo más pronto posible.
Para determinar este monto, también es recomendable guiarte de un presupuesto personal; por ejemplo, podrías determinar que este monto esté conformado por la diferencia entre tus ingresos y egresos mensuales (saldo mensual), o determinar que corresponda a un porcentaje del total de tus ingresos, por ejemplo, al 10%.


Si luego de hacer tu presupuesto, no logras obtener un monto que cubra los pagos mínimos de tus deudas, o que no te sea suficiente para acelerar la cancelación de éstas, debes buscar mayores ingresos de dinero, o buscar reducir aún más tus gastos.


Un consejo es que si tu nivel de deudas es muy elevado, no destines todo tu saldo mensual al pago de tus deudas, sino que destines una parte también a la creación de una bolsa de ahorro que puedas utilizar en caso de emergencia o para futuras inversiones.


La razón de ello, es que si destinas todo tu saldo mensual al pago de tus deudas, con la idea de recién empezar a ahorrar después de haber saldado todas tus deudas, probablemente pasen varios años antes de que empieces a ahorrar para el futuro (lo cual es contraproducente), y probablemente te desanimes pronto y nunca llegues a la parte del ahorro.


En cambio, si pagas tus deudas, a la vez que ahorras dinero, sentirás que estás progresando financieramente.


8. Pagar las deudas
Una vez que hayas determinado el monto que será destinado al pago de tus deudas, el siguiente y último paso para salir de tus deudas consiste en empezar a pagarlas.


Con el monto que has destinado para el pago de tus deudas, debes pagar los montos mínimos (para evitar las moras), y con el dinero que reste (que debe ser el mayor posible), debes ir cancelando tus deudas, empezando por aquellas que tengan el mayor costo, es decir, las que tengan la mayor tasa de interés.


Aunque una alternativa es empezar cancelando las deudas en las que te falte menos por pagar, es decir, las que tengan un menor saldo, de modo que puedas librarte rápidamente de las pequeñas deudas, y así sientas una mayor motivación para la cancelación de las demás.


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COMO ELABORAR UN BALANCE PERSONAL


Un balance personal es un documento en donde se detallan los activos, los pasivos y el patrimonio que posee una persona en un determinado momento.


Contar con un balance personal le permite a una persona conocer y analizar su situación financiera (especialmente en lo respecta a su nivel de endeudamiento y al valor de su patrimonio), y, en base a dicho análisis, poder tomar decisiones o planificar sus finanzas.


Asimismo, un balance personal le permite a una persona comparar su situación financiera actual con situaciones financieras dadas en otros momentos, y así, por ejemplo, saber si está cumpliendo con sus objetivos financieros.


Pero además, el balance personal suele ser un documento requerido por los bancos o entidades financieras al momento de solicitar algún préstamo o crédito personal.


Para entender mejor el concepto y la utilidad de un balance personal, veamos a continuación cómo elaborar y sacar provecho de uno en 7 pasos:


1. Detallar activos
En primer lugar debemos hacer una lista de todos nuestros activos, así como el valor estimado de cada uno.


En algunos casos puede ser complicado determinar el valor real de algunos activos, por lo que en estos casos debemos estimar un valor aproximado, procurando ser lo más acertados posibles.


Para un mejor análisis, los activos pueden ser clasificados en activos corrientes (aquellos que pueden ser fácilmente convertidos en dinero en efectivo), y activos no corrientes (aquellos que no son tan fáciles de ser convertidos en dinero en efectivo):


Entre los activos corrientes, se pueden mencionar:


dinero en efectivo: el dinero que tenemos ahorrado en casa.
cuentas bancarias: el dinero que tenemos depositado en alguna cuenta en el banco.
cuentas por cobrar: el dinero que nos deben por algún préstamo que hayamos realizado.
Entre los activos no corrientes, se pueden mencionar:
objetos de valor: joyas, cuadros.
mobiliario y equipos: muebles, electrodomésticos, equipos de audio, video y sonido.
vehículos: automóviles, motocicletas.
inversiones: negocios, títulos valores, depósitos a plazo fijo.
bienes inmuebles: casas, departamentos, locales comerciales, terrenos.

2. Detallar pasivos
Luego de haber detallado nuestros activos, pasamos a detallar nuestros pasivos o deudas, así como el valor de cada uno.


Entre los pasivos, se pueden mencionar:
tarjetas de crédito: el saldo a pagar por nuestras tarjetas de créditos.
préstamos personales: el saldo que nos resta pagar por los préstamos personales que hayamos adquirido.
crédito automotriz: el saldo que nos resta pagar por el crédito automotriz que hayamos adquirido.


hipoteca: el saldo que nos resta pagar por la hipoteca que hayamos adquirido.


3. Calcular patrimonio
Para conocer el valor de nuestro patrimonio, simplemente debemos restar el valor del total de nuestros pasivos al valor del total de nuestros activos.


4. Elaborar balance personal
Una vez que tenemos la información necesaria sobre nuestros activos, pasivos y patrimonio, pasamos a elaborar nuestro balance personal (de preferencia en una hoja de Excel).


En la columna izquierda señalaremos nuestros activos, y en la columna derecha nuestros pasivos y patrimonio.


Un formato básico de un balance personal, el cual podemos tomar como referencia para elaborar el nuestro es el siguiente:

ACTIVO

PASIVO

Activo corriente

Tarjetas de crédito

Dinero en efectivo

Préstamos personales

Cuentas bancarias

Crédito automotriz

Cuentas por cobrar

Hipoteca

Otros activos corrientes

TOTAL PASIVO

TOTAL ACTIVO CORRIENTE


PATRIMONIO

Activo no corriente

Patrimonio

Objetos de valor

TOTAL PATRIMONIO

Mobiliario y equipos

Vehículos

Inversiones

Bienes inmuebles

Otros activos no corrientes

TOTAL ACTIVO NO CORRIENTE

TOTAL ACTIVO

TOTAL PASIVO Y PATRIMONIO

Como apunte debemos señalar que el total de los activos siempre debe ser igual a la suma del total de los pasivos y el patrimonio.


5. Analizar balance personal
El siguiente paso, una vez elaborado nuestro balance personal, consiste en analizarlo.
En primer lugar debemos prestar atención a nuestro patrimonio y asegurarnos de que éste sea positivo; en caso de no ser así, significa que debemos más de lo que tenemos; ello debido tal vez a que no contemos con un buen nivel de ahorros, no contemos con suficientes inversiones, y/o tengamos muchas deudas por préstamos personales.


Luego debemos prestar atención a nuestras deudas y compararlas con nuestros activos, asegurándonos de que contemos con suficientes activos corrientes como para cancelar las deudas que tengamos que pagar en el corto plazo.


Asimismo, debemos diferenciar entre “deudas buenas” y “deudas malas”, las deudas buenas son las que nos hacen crecer (financieramente hablando) en el largo plazo (por ejemplo, deudas contraídas para adquirir una vivienda o una inversión), mientras que las “deudas malas” afectan negativamente nuestra situación financiera (por ejemplo, las tarjetas de créditos o los préstamos personales para consumo); debemos procurar liquidar y evitar estas últimas.


Y luego, debemos prestar atención a nuestros activos y asegurarnos de contar con suficientes activos no corrientes que nos permitan crecer (financieramente hablando) en el largo plazo, pero también con suficientes activos corrientes que podamos utilizar ante cualquier eventualidad.


6. Comparar balances personales
Cada cierto tiempo, debemos elaborar un nuevo balance personal, ya sea cada mes, cada tres meses, cada seis meses o cada año (mínimo hacerlo una vez al año), y compararlo con el balance anterior, y así, poder evaluar cómo ha variado nuestra situación financiera.


Por ejemplo, podemos comparar si nuestro patrimonio ha aumentando o disminuido, si hemos logrado disminuir nuestras deudas o, en todo caso, éstas han aumentado; si han aumentando nuestros activos, si estamos cumpliendo con nuestros objetivos financieros, etc.


7. Tomar decisiones
Finalmente, en base a los análisis realizados a nuestro balance personal, debemos tomar decisiones que nos ayuden a mejorar nuestra situación financiera, por ejemplo, si nuestro patrimonio es negativo, podríamos tomar la decisión de ahorrar más o de liquidar nuestras deudas personales.


Si nuestra deuda es alta, podríamos tomar la decisión de cortar nuestras tarjetas de créditos, de liquidar nuestras deudas de consumo, de cancelar nuestras deudas lo más pronto posible, de evitar contraer nuevas “deudas malas”, etc.


Si nuestros activos no nos están generando rentabilidad, podríamos tomar la decisión de utilizar el dinero que tenemos ahorrado (el cual no nos genera casi ningún interés), e invertirlo en la adquisición de algún activo que nos genere una buena rentabilidad.


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COMO SABER CUANTO VALE MI NEGOCIO


El saber cuanto vale un negocio, en el caso que sea nuestro, nos permitirá saber a cuánto lo podemos vender; o en el caso que no sea nuestro y esté a la venta, nos permitirá saber cuánto podemos ofrecer por él.

Para hallar el valor de un negocio debemos tomar en cuenta varios factores tales como el precio promedio de otros negocios similares, los activos (maquinarias, equipos, mobiliarios, etc.) y pasivos (deudas, patrimonio, etc.) que se posean, la marca, qué tan conocido sea el negocio, el tiempo de operaciones, las perspectivas de crecimiento, etc.

Lo recomendable siempre es buscar la asesoría de algún especialista en el tema.

Pero un método sencillo y efectivo que podemos usar para calcular el valor de un negocio es el método de flujo de caja descontado.

Este método se basa en la capacidad del negocio para generar dinero.

Consiste en hacer una proyección del flujo de caja para los próximos 5 años, y convertir el resultado final, en un valor presente.

En otras palabras, este método consiste simplemente en ponerle como precio al negocio, el valor del monto total de los ingresos que se van obtener por un periodo de 5 años, pero actualizando dicho monto (traer dicho monto a la actualidad a través de una tasa de descuento).

Veamos un ejemplo:

Supongamos que a través del análisis de los flujos de caja históricos, realizamos la siguiente proyección para los próximos 5 años:


año 1 año 2 año 3 año 4 año 5 TOTAL
Flujo de caja neto 2000 3000 4000 5000 6000 20000

Los 20 000 serían el resultado del flujo de caja, dicho monto debemos convertirlo a un valor actual a través de una tasa de descuento.

La tasa de descuento es la tasa de rentabilidad que se espera obtener por una inversión.

Para determinar esta tasa, podemos calcular la tasa de rentabilidad promedio que ofrezcan inversiones que impliquen el mismo riesgo.

Suponiendo que la tasa promedio fuera de 14%, entonces el siguiente paso es descontar el flujo de caja a través de dicha tasa.

Para ello usamos la fórmula del Beneficio Neto Actualizado:

BNA = 2000 / (1 + 0.14)1 + 3000 / (1 + 0.14)2 + 4000 / (1 + 0.14)3 + 5000 / (1 + 0.14)4 + 6000 / (1 + 0.14)5

BNA = 12 839.29

Por tanto, US$12 840 sería el precio que le podríamos poner a nuestro negocio o, en todo caso, el monto que podríamos ofrecer para comprar uno.


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FORMAS DE FINANCIAR LA CREACION DE UN NEGOCIO


Veamos a continuación las diferentes formas que tenemos para financiar la creación de un nuevo negocio, es decir, las diferentes formas que tenemos de conseguir dinero para invertir en la creación o puesta en marcha de un negocio:


Usar capital propio
La forma más común para financiar la creación de un nuevo negocio es usando capital propio, es decir, haciendo uso del dinero que podamos tener, ya sea obteniéndolo de nuestros ahorros, o de cualquier otra fuente personal como, por ejemplo, haciendo uso de las tarjetas de créditos, vendiendo activos personales, etc.


Este tipo de financiamiento es el más recomendable puesto que no estamos obligados a pagar intereses ni a tener que devolver el dinero.


Siempre es recomendable al iniciar un negocio, utilizar capital propio, al menos en la etapa de la creación, y ya más adelante, cuando el negocio empiece a crecer, recién empezar a buscar fuentes externas de financiamiento.


Si embargo, cuando nuestro capital propio no es suficiente, es posible combinar éste con otros tipos de financiamiento que veremos a continuación.


Familiares
Si no contamos con suficiente capital propio, una buena alternativa para financiar la creación de un negocio es pedir dinero prestado a familiares, los cuales es muy probable que acepten si es que son concientes de nuestra capacidad y responsabilidad.


La ventaja de este tipo de financiamiento, es que por lo general no estamos obligados a pagar intereses (aunque por nuestra cuenta, en cuanto empiecen a haber utilidades, podemos retribuirles económicamente la confianza depositada en nosotros) ni estamos obligados a tener que devolver el dinero tan prontamente, lo que nos permite trabajar tranquilamente en la creación de nuestro nuevo negocio, sin estar presionado por tener que devolver el dinero tan prontamente y en una fecha límite.


Amistades
Una alternativa a pedir dinero a familiares es la de solicitar dinero a amigos. Lo usual en este caso es que el tiempo de plazo para la devolución del dinero sea menor. La desventaja de esta forma de conseguir financiamiento es que podemos deteriorar la amistad en caso no podamos devolver el dinero prestado en el plazo acordado.


Bancos
Otra forma de financiamiento para la creación de un negocio, es solicitar dinero prestado al banco.


Este tipo de financiamiento es un tanto complicado de acceder, puesto que los bancos suelen otorgar créditos sólo a negocios en marcha y con determinada experiencia en el mercado, y no a negocios que recién empiezan.


Sin embargo, acceder a un crédito bancario para iniciar un nuevo negocio no es imposible, si contamos con buena reputación crediticia, buenas referencias comerciales, o una atractiva idea de negocio con un sólido plan de negocios que la respalde.


Otras entidades financieras
Una forma de financiamiento alternativa a los bancos es solicitar un crédito a otras entidades financieras que estén orientadas a apoyar a la pequeña y mediana empresa.


Algunas de ellas son accesibles para acceder a un crédito para la creación de un negocio, pero igual como en el caso anterior, nuestra idea de negocio debe ser atractiva y estar respaldada por la elaboración de un buen plan de negocios.

La desventaja de este tipo de financiamiento es que, a diferencia de los bancos tradicionales, en estas entidades financieras el monto prestado es pequeño, y el costo del préstamo (tasa de interés) elevado.


Investiga en tu localidad por estas entidades financieras.


Socios
Esta forma de financiamiento implica buscar una persona que quiera compartir el riesgo de la creación del negocio, e invertir junto con nosotros.


Lo recomendable es buscar un socio con las mismas motivaciones y aspiraciones que nosotros.
Lo recomendable también, es buscar un socio que invierta el mismo capital que nosotros, y que aporte, además del dinero, otros recursos que sean complementarios a los que poseemos como, por ejemplo, experiencia en algún aspecto del negocio, conocimiento del mercado, conocimientos de contactos comerciales, etc.


La desventaja de tener un socio es que más adelante puede haber desacuerdos, disputas, diferencias, etc., sobre todo si el negocio empieza a no lograr los objetivos esperados.


Inversionistas
Buscar un inversionista implica buscar una persona que quiera financiar el total o una parte de la inversión del negocio, y que como consecuencia recibirá un porcentaje de las utilidades de acuerdo a lo aportado.


La desventaja de hacer uso de este tipo de financiamiento, es que tenemos que lidiar con el hecho de tener que pagar siempre una parte de las utilidades del negocio, a alguien que invirtió inicialmente y que luego no hizo más por crear o hacer crecer el negocio.


Concursos
Consiste en participar en concursos sobre proyectos de negocio elaborados por organismos gubernamentales, universidades u otros medios, en donde se premia a la mejor idea de negocio, con el financiamiento total o parcial del proyecto.


Si cuentas con una atractiva e innovadora idea de negocio, investiga sobre la existencia de este tipo de concursos en tu localidad.


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